"El periodismo actual, complejo, en trance de modificación, demasiado próximo para ser analizado en sus figuras, pero tan cerca que sus defectos aparecen claros y delineados en el contorno de sus propias sombras, tiene que enfrentarse a otros medios de comunicación que le ganan en la transmisión de las noticias. Hoy el hombre llega a la Luna, y medio mundo está presente, sentado en un cómodo sillón, mientras fuma un cigarrillo o bebe una copa. Los medios de comunicación tienen cada uno su eficacia respectiva, y el periódico deberá replegarse a su(s) faceta(s) más interesante(s), a la de formar, informando claro, a la de opinar; a la de conseguir que se creen estados de opinión, de cultura, de inquietud. Al periódico le queda la gran tarea de ser la universidad de la cultura de masas, que tiene en la televisión y en la radio sus escuelas públicas."
Comentario:
La pregunta que se propone es si este texto podría pertenecer a una publicación del momento de la historia en el que nos encontramos. A continuación se tratarán las principales diferencias que existen entre el periodismo de ese año y el actual.
- En 1973, el régimen político que había era dictatorial, mientras que hoy en día es uno democtrático el que rige en España.
- Desde el punto de vista informativo, existe más alboroto hoy en día. Se contrapone tanto la censura como el control que se ejercía sobre la prensa en esa época frente a la libertad de expresión. Sumado a esto, en ese entonces no existe variedad de periódicos, así que se defiende siempre la misma opinión, mientras que en la actualidad existe una gran cantidad de publicaciones y, por ello, también opiniones.
- El medio de difusión del contenido es diferente. En esos años sólo había un canal en la televisión, frente a todos entre los que se puede elegir hoy. Lo que provocaba que no hubiese más que un punto de vista disponible para el espectador. En 2016 hay una considerable cantidad de canales entre los que podemos encontrar gran variedad de visiones de la realidad.
Las primera y tercera frase podrían haberse dicho hoy en día perfectamente, ya que la definición de periodismo sirve tanto para ese momento como para el actual, y el periódico debía y debe aún ceñirse a su faceta más importante que es la de informar.
En la segunda frase, como es obvio, el acontecimiento de la llegada del hombre a la Luna no se puede repetir. El uso de el sustantivo "hombre" para referirse a la humanidad, sigue siendo correcto y frecuente actualmente, sin embargo, el concepto de hombre sentado en un sillón y bebiendo o fumando un cigarrillo sí que es un prejuicio de la época, ya que las mujeres estaban consideradas como simple amas de casa.
En la cuarta y última frase se refleja otro prejuicio existente en esos años y aún actualmente; se producía una confusión del contenido con el continente: la creencia de que el libro era una mejor forma y más fiable de información. Pero en realidad, es algo infundado y no está basado en razonamientos fudamentados, es más bien una creencia generalizada. Al igual que la televisón basura, existen los libros basura.
De la misma manera, en ese momento se veía a la radio como algo malo y el periodismo como algo serio, al igual que su transmisión.
Esta frase impone el periodismo como algo aristocrático y confunde dos conceptos: primero, iguala el periódico a la universidad, ya que se creía que tenía más nivel y era mucho más exigente, y a la televisión y la radio con las escuclas públicas. Y segundo, contrapone la escuela pública con la universidad, cuando ésta puede ser pública también.