sábado, 6 de febrero de 2016

Texto de José Acosta Montoro (1973)

Texto: 

"El periodismo actual, complejo, en trance de modificación, demasiado próximo para ser analizado en sus figuras, pero tan cerca que sus defectos aparecen claros y delineados en el contorno de sus propias sombras, tiene que enfrentarse a otros medios de comunicación que le ganan en la transmisión de las noticias. Hoy el hombre llega a la Luna, y medio mundo está presente, sentado en un cómodo sillón, mientras fuma un cigarrillo o bebe una copa. Los medios de comunicación tienen cada uno su eficacia respectiva, y el periódico deberá replegarse a su(s) faceta(s) más interesante(s), a la de formar, informando claro, a la de opinar; a la de conseguir que se creen estados de opinión, de cultura, de inquietud. Al periódico le queda la gran tarea de ser la universidad de la cultura de masas, que tiene en la televisión y en la radio sus escuelas públicas."

Comentario:

La pregunta que se propone es si este texto podría pertenecer a una publicación del momento de la historia en el que nos encontramos. A continuación se tratarán las principales diferencias que existen entre el periodismo de ese año y el actual.


  1.  En 1973, el régimen político que había era dictatorial, mientras que hoy en día es uno democtrático el que rige en España.
  2.  Desde el punto de vista informativo, existe más alboroto hoy en día. Se contrapone tanto la censura como el control que se ejercía sobre la prensa en esa época frente a la libertad de expresión. Sumado a esto, en ese entonces no existe variedad de periódicos, así que se defiende siempre la misma opinión, mientras que en la actualidad existe una gran cantidad de publicaciones y, por ello, también opiniones.
  3. El medio de difusión del contenido es diferente. En esos años sólo había un canal en la televisión, frente a todos entre los que se puede elegir hoy. Lo que provocaba que no hubiese más que un punto de vista disponible para el espectador. En 2016 hay una considerable cantidad de canales entre los que podemos encontrar gran variedad de visiones de la realidad.


Las primera y tercera frase podrían haberse dicho hoy en día perfectamente, ya que la definición de periodismo sirve tanto para ese momento como para el actual, y el periódico debía y debe aún ceñirse a su faceta más importante que es la de informar.

En la segunda frase, como es obvio, el acontecimiento de la llegada del hombre a la Luna no se puede repetir. El uso de el sustantivo "hombre" para referirse a la humanidad, sigue siendo correcto y frecuente actualmente, sin embargo, el concepto de hombre sentado en un sillón y bebiendo o fumando un cigarrillo sí que es un prejuicio de la época, ya que las mujeres estaban consideradas como simple amas de casa.

En la cuarta y última frase se refleja otro prejuicio existente en esos años y aún actualmente; se producía una confusión del contenido con el continente: la creencia de que el libro era una mejor forma y más fiable de información. Pero en realidad, es algo infundado y no está basado en razonamientos fudamentados, es más bien una creencia generalizada. Al igual que la televisón basura, existen los libros basura.
De la misma manera, en ese momento se veía a la radio como algo malo y el periodismo como algo serio, al igual que su transmisión.
Esta frase impone el periodismo como algo aristocrático y confunde dos conceptos: primero, iguala el periódico a la universidad, ya que se creía que tenía más nivel y era mucho más exigente, y a la televisión y la radio con las escuclas públicas. Y segundo, contrapone la escuela pública con la universidad, cuando ésta puede ser pública también.

lunes, 1 de febrero de 2016

El periodismo, ¿algo distinto a la literatura?

El primer aspecto fundamental al tratar este tema es que el buen periodista no transcribe, sino que resume la información con la que está trabajando. 
La palabra "periodismo" contiene una enorme complejidad; las publicaciones periódicas aluden al continente, no al contenido, es decir, a una manera de publicar. Éstas pueden dividirse en unitarias, publicadas en una sola vez (libros o folletos) y las semanales, mensuales, anuales... según su periodicidad.

En el siglo XVIII, dentro de las publicaciones periódicas, empieza a aparecer cierto tipo de literatura. Desde un principio, tanto en los libros como en los periódicos son utilizados como un medio para transmitirla. A pesar de ello existen otros géneros, como pueden ser el cuento o el relato breve, otro tipo de publicaciones que también han sido transmitidas mediante los periódicos.

En el XIX con la gran difusión de las publicaciones diarias, el término "periódico" acabó convirtiéndose en un sinónimo de la palabra "diario". Estas publicaciones están destacadas como un medio para el entretenimiento. Algunos ejemplos son los cuentos de Clarín, que son publicados en el periódico y, más tarde, recolectados en un mismo libro.

Pero el periodismo no ha sido el único medio de publicación de creación literaria; las revistas literarias propiamente denominadas, han sido las también anticipaciones de los libros como tal.
Muchos escritores hoy en día continúan publicando en revistas y periódicos sus obras,
Las publicaciones periódicas eran más perecederas, por lo que también más difíciles de conseguir. El libro incluía lo más interesante de estas publicaciones y se depositaban en la biblioteca, a disposición de cualquier lector.

Una parte del periodismo está ligada a la información, a las noticias propiamente dichas, es decir, al contenido, no al continente.
El periodismo diario se relaciona con la información comercial, publicidad o noticias. Existen varios tipos de información que podemos encontrar a lo largo de la historia en estas publicaciones:
          - Las informaciones oficiales. Dan lugar al BOE, las primeras gacetas, informaciones reales, nombramientos, más bien ligados a la democracia.
          - Las comerciales, que son el origen de la publicidad.
          - Los hechos diversos o también llamados sucesos. Derivados en las noticias no oficiales, políticas, acontecimientos que afectan a la gente, pintorescos como crímenes, terremotos, etc.

Por último, la información política no tiene la misma importancia en una sociedad dictatorial y en una democrática, la cual es mucho más propicia para la prensa.